SALUD HALAL

"Quien es moderado en el uso del sexo, el estómago y la lengua se previene contra la mayor parte de los males que aquejan al ser humano" Muhammad (s.a.s.)

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AJENUZ O SEMILLA NEGRA Planta de origen : NIGELLA SATIVA NOMBRES QUE RECIBE LA PLANTA * Nombre latín: Nigella sativa L. * Arabe: Al Habbah Asswda o Habbat Al-Barakah (semilla negra o semilla bendita) * Castellano: ajenuz, neguilla, toda especia, grano negro. COMPONENTES IMPORTANTES: Aceite esencial (timoquinona, nigelona), Aceite fijo, saponinas glucosídicas (melantina), Alcaloides (nigelina), compuestos carbonílicos (nigelona). Jabba sawda o semilla negra (es tradicionalmente conocida en Oriente Medio, África y Asia como la semilla bendita, debido a sus cualidades y poderes curativos para muchas enfermedades; equilibra y fortalece sistema inmunológico y contiene antibióticos naturales. Algunos de sus componentes le dan el poder de prevenir y reducir infecciones y alergias, acelerando su curación y reduciendo las enfermedades crónicas. Fortalece las células y las protege de los virus así como inhibe tumores; también contiene cerca de 0,5-1,5 % de aceites volátiles, incluido nigellone y thymoquinone los cuales son responsables del efecto anti-estamínico, anti-oxidante, anti-infeccioso y bronco dilatador. También anti-bacteriano y anti-micótico. Se podría comparar con la Echinacea, por su ayuda inmunitaria, pero ésta no actúa sobre todas las enfermedades, incluso podría tener efectos dañinos en algunas, como en las alergias, tuberculosis y cáncer. El grano y el aceite de Nigella Sativa producen un efecto salvador y milagroso, debido a que contienen unos 100 componentes: aceites aromáticos, elementos (muchos de ellos desconocidos todavía), vitaminas, encimas, ácidos grasos esenciales, fosfato, hierro, fósforo, carbo-hidratos, carotenos, encimas anti-ácidas, calmantes y estimulantes. Contiene los antibióticos necesarios para destruir todos los virus, microbios y bacterias. Poder anti-canceroso, hormonas sexuales, fertilizantes y afrodisíacas. Contiene 58% de ácidos grasos, la mayoría de omega -6 y algún omega-3. Estos son necesarios para la formación de Prostaglandina E1, el cual equilibra y fortalece el sistema inmunitario, así le da el poder de prevenir y reducir infecciones y alergias, acelerando su curación y reduciendo las enfermedades crónicas. Fortalece las células y las protege de los virus así inhiben tumores, B.S.O., también contiene cerca de 0,5-1,5 % de aceites volátiles, incluido nigellone y thymoquinone los cuales son responsables del anti-estamínico, anti-oxidante, anti-infeccioso y bronco dilatadores efectos. Así como el aceite es digerido y absorbido por los vasos linfáticos de los intestinos, penetrando profundamente hasta desbloquear y descongestionar el núcleo del sistema linfático. Historia Su virtud es reforzar y estimular el sistema inmunitario. El aceite de nigella sativa fue encontrado en la tumba de Tutankhamón. Se sabe que fue utilizado por Cleopatra por sus cualidades de salud y belleza. El griego físico Dioscórides usó la semilla negra en los dolores de cabeza, congestión nasal, dolor de vientre y parásitos intestinales. Hipócrates el abuelo de la medicina científica de hoy considera el ajenuz como un buen remedio en desordenes digestivos y hepáticos. Ibn Sina el autor del “Canon de Medicina” uno de los más famosos libros en la historia de la medicina, recomienda el ajenuz como estimulante del metabolismo y que recobra del desánimo y del letargo. La medicina Ayurvédica la aprecia por sus muchas cualidades: amargor, calor y estimulante natural. Lo usan para una gran variedad de enfermedades como: hemorroides, hepatitis, fiebre, diarrea, tos, gusano de cinta, etc. Además, de ser usado para aliviar dolores de cabeza, congestión nasal, dolor de vientre y parásitos intestinales. Los primeros escritos referentes al ajenuz encontrados en el libro de Isaías, en el Antiguo Testamento, (28:25-27). Según el hadith del Profeta Muhammad (pb): “Es un remedio contra todas las enfermedades, y si la muerte fuera una enfermedad, también la curaría”. Experiencias de doctores de Munich demuestran que el 70% de pacientes con alergias al polen, al polvo y asma fueron curados con nigella sativa. Desde 1959 hay 200 estudios de Universidades y Laboratorios diferentes. He aquí que hoy en día la ciencia moderna da testimonio de esta verdad anunciada ya por el Profeta. Lo confirma La Unión de Asociaciones Americanas de Ciencias Biológicas Experimentales aprobando los trabajos presentados por el Doctor Ahmed Q. concerniente al empleo del grano de ajenuz en el tratamiento del cáncer. En el laboratorio de Investigación del Cáncer de la Isla de Hilton Head, al sur de California, U.S.A., uno de los estudios experimentales más grandes hasta ahora, prueba que con el aceite de Nigella sativa ha habido enormes éxitos en la terapia del tumor, sin los negativos efectos de la quimioterapia. Encontraron que incrementó el crecimiento promedio de las células de la médula ósea, en un promedio del 250% y que inhibe el crecimiento del tumor en un 50%. Estimula la inmunidad celular y levanta la producción interferida, la cual protege a las células, de las células destruidas afectadas por los virus. Confirmaron su fortaleza como anti-bacteriano anti-micótico. También tiene un efecto en el descenso del nivel de azúcar en la sangre, el cual es esencial en el tratamiento de la diabetes. Recientemente los estudios publicados de una clínica independiente en los Archivos De Ayuda también encontraron algún sorprendente efecto de la semilla negra en el sistema defensivo, al mejorar la proporción entre las células T de ayuda y las células T de supresión, por un significante aumento mientras que también mejora la actividad natural de muerte celular. Esta es una lista de las enfermedades que ya han sido tratadas con las semillas y el aceite de ajenuz: -Bronquitis, faringitis, laringitis, asma y en todas las alergias y enfermedades crónicas de la rama respiratoria. -Da fluidez a las secreciones y facilita las expectoraciones. Aclara la voz. -Trata los efectos de la gripe y el catarro. -Elimina el colesterol de los vasos sanguíneos. -Alivia las enfermedades cardiovasculares, la hiper e hipotensión-arterial y problemas cardiacos. -Refuerza el sistema inmunitario del organismo y crea una resistencia a las enfermedades cancerosas. -Lucha contra la astenia síquica, intelectual y sexual. -Ayuda a la secreción biliar y combate todas las enfermedades hepáticas. -Se utiliza en dolores reumáticos, afecciones dermatológicas, migrañas, angustias, nerviosismo y debilidad. -Contra los cólicos, hinchazones, acidez y limpia los intestinos. -Indicado en la diabetes y sus efectos secundarios. - Fortalece la retina del ojo y mejora el glucoma ocular , dolor de ojos. -Vértigos, trastornos de la audición y sordera ocasional. - Migrañas, cefaleas, dolor de dientes y encías. - Insomnio, meningitis, impulso sexual. - Dolor de espalda y de articulaciones, contusiones y esguinces. - Fragilidad de espalda y parálisis infantil. - Caída del cabello, calvicie, tiña, hongos de la piel, verrugas. - Despigmentación de la piel, acné juvenil y dermatosis en general. - Estados depresivos, cáncer localizado, problemas ginecológicos. Mujeres embarazadas: se les recomienda utilizarlo, es muy beneficioso para su organismo, para su feto y para facilitar el parto. Contraindicaciones: - No dar a los niños menores de dos años. - Es venenoso y mortal ingerirlo en grandes cantidades. Efectos secundarios: el aceite puede quemar un poco la garganta en las primeras tomas. En el aceite: Los ácidos grasos esenciales son fácilmente destruidos por calor o exposición larga al aire. Este producto puede ser añadido a comidas frías o a la leche caliente o al té. Pero no debería cocinarse. Un vez abierta la botella de aceite debe de usarse antes de seis meses. Es mejor guardarlo en el frigorífico o un sitio oscuro y frío. Si parece viejo, sabe a rancio, es mejor tirarlo. Gastronomía: como condimento en los guisos a modo de pimiento, como aderezo para ensaladas e incluso en la elaboración del pan puesta sobre la superficie a modo de sésamo. También pude tomarse en infusión o cocimiento: Infusión: Dos gramos de semillas troceadas se añaden a 200 mililitros de agua previamente hervida y todavía caliente, dejándolo en contacto durante doce minutos, transcurridos los cuales se procede a filtrar; el líquido obtenido se puede tomar dos veces al día para conseguir un efecto diurético. Té: el té preparado con las semillas sirve para el tratamiento del flato, diarrea y los cólicos hepáticos. Se prepara añadiendo una cucharadita de las semillas trituradas en un cuarto de litro de agua hirviendo, dejando reposar 15 minutos. Se toman dos tazas al día. Cocimiento: Se añaden cinco gramos de semillas a 400 mililitros de agua; se lleva a ebullición, manteniendo esta temperatura durante tres minutos; luego se deja enfriar lentamente durante diez minutos más, agitándolo ocasionalmente y filtrándolo después, para obtener un líquido limpio que se puede emplear como colutorio para aliviar el dolor dental. Algunas recetas empleadas en el mundo islámico y fuera de este en la actualidad: Al considerarse el ajenuz una de las bases más importantes de la medicina islámica, se encuentran por doquier recetas en las cuales se emplea el ajenuz (en aceite o grano) como parte de los componentes. He aquí algunas de ellas: Acné: media cucharada de té de aceite en un tazón de agua caliente. Hacer baño de vapor con una toalla en la cabeza. Acidez: Una cucharada sopera de aceite de ajenuz en un vaso de leche muy caliente. Se endulza con miel pura de abeja. Afecciones oculares: untar alrededor de los ojos y párpados con aceite de ajenuz. Completar el tratamiento tomando una cucharada de aceite de ajenuz mezclada con la bebida preferida. Alergias: mezclar semillas o una cucharadita de aceite con miel. Asma y tos: frotar la espalda y el techo con aceite. Beber una cucharadita después de las comidas tres veces al día. Inhale vapor de agua hervida con una cucharadita de aceite con una toalla en la cabeza. -Caída de cabello: se masajea bien con limón y se deja actuar 1/4 de hora. Se lava bien con champú, se seca y se aplica aceite de ajenuz por todo el cuero cabelludo. Se repite la operación durante una semana. Otro método: Se machacan semillas de ajenuz y se mezclan con aceite de yiryir, una cucharada de vinagre de vino diluido, una tacita de aceite de oliva virgen y una cucharada de aceite de ajenuz. Frotar la cabeza diariamente al anochecer. -En cuanto al yiryir, muy conocido en el mundo islámico, es una planta de la familia de las crucíferas, la “oruga” (Eruca vesicaria), de sus semillas se obtiene el aceite con propiedades medicinales. También se comen crudas sus hojas, en ensalada y es considerada como muy excitante- Debilidad en general y debilidad sexual: mezclar unas pocas semillas de ajenuz con una parte igual de alholva y una cucharada de acíbar bien destilado. Añadir miel pura de abeja y tomar diariamente con pan sin levadura o con muy poca. Se añade una cucharada de aceite de ajenuz. En cuanto al acíbar, es la sustancia obtenida de la cocción en agua de las hojas machacadas de diversas especies de áloe (planta liliácea, aloe sp), evaporando el líquido resultante. Tiene un sabor sumamente amargo. Diarrea: Se mezclan algunas semillas de ajenuz con aceite de ajenuz y aceite de yiryir. Esta receta es de más efecto si se acompaña de yogurt. Otro método: una cucharada de aceite en una taza de yogurt, tomar dos por día. También comer solo arroz hervido con yogur. Dolor de cabeza: Se prepara una mezcla de semillas de ajenuz, un poquito de clavo y matalahúva, todo ello lo más fresco posible, y se echa todo en un vaso de yogurt. A la vez que se ingiere el preparado, se ha de frotar el lugar del dolor con aceite de ajenuz. Dolor de espalda, artritis, contusión y reumatismo: calentar el aceite ligeramente y masajear la zona afectada. Internamente tomar una cucharita de aceite de ajenuz con otra cucharita de aceite de oliva tres veces al día. Dolor de estómago: beber infusión de menta con limón con una cucharadita. Realizar tres tomas de está infusión o hasta que se alivie el dolor. Eczemas y hongos en la piel: frotar la parte afectada con vinagre de sidra, luego aplicar el aceite de ajenuz. Repetir si es necesario. Enfermedades del colon: un vaso de zumo de pera con sus pepitas y todo, al que se le añade una cucharada de ajenuz molido y otra cucharada de aceite de ajenuz. Se toma con agua de regaliz. Esquistosomiasis (Bilharziosis): untar aceite de ajenuz en un poco de pan con queso y algunas semillas de ajenuz. Tomar dos veces al día. Estimulación de cerebro y de la capacidad de memorización: se hierve hierbabuena, se endulza con miel y se añade una cucharada de aceite de ajenuz y una cucharada de pistacho verde. Se ingiere en lugar del té o café habituales. Recitar escrituras sagradas u otro tipo de invocaciones a dios. -Impotencia sexual: Coger 200 gr. de semillas de ajenuz bien machacadas, añadir 100gr. de incienso macho (puro, sin adulterar) machacado, 50 gr. de aceite de ajenuz, 50 gr. de aceite de oruga (yir yir), 50 gr. de aceite de oliva, 200 gr. de miel de abeja. Mezclar todo y tomar una cucharada en cada comida. Lombrices intestinales: Se mezclan una cucharada de ajenuz molido, tres dientes de ajo machacados, una cucharada de aceite virgen de oliva, una cucharada de aceite de ajenuz 10 pepitas de calabaza (sin la cáscara). Se mezcla todo lo mejor posible, y se toma al día siguiente de prepararlo. Comer mucha cebolla y ajo. -Otitis y dolor de oído: Introducir dentro del oído tres gotas de aceite de ajenuz ligeramente templado. Otro método: mezclar ½ cucharita de aceite de ajenuz con lo mismo de aceite de oliva, templarlo e introducirlo en el oído. Cubrir el oído con un gorro o lana. -Para un rostro claro y resplandeciente: Mezclar una cuchara de aceite de ajenuz y una cuchara de aceite de oliva, masajear la cara con la mezcla y dejar actuar durante una hora. Lavar la cara con agua y jabón. Otro método: frotar media cucharadita de aceite sobre toda la cara. Lavar con agua fría. Pereza y apatía: un vaso de zumo de naranja natural, endulzado con una cucharada de miel pura de abeja. Se añade una cucharada de aceite de ajenuz. Beber diariamente en ayunas. Es aconsejable acostarse temprano y levantarse al amanecer, recitando algo de las escrituras sagradas o realizando algunas invocaciones a dios. Presión alta de la sangre: Beber una cucharita de aceite de ajenuz en una bebida caliente. Tomar dos dientes de ajo antes del desayuno. Resfriados, constipados y gripe: Hervir unas rodajas de limón. Añadir aceite de ajenuz y miel. Beber el preparado tres veces al día. Otro método: una cucharadita tres veces al día, beber caliente con limón y miel. Sinusitis, fiebre del heno o rinitis: inhale por la nariz vapor de una cucharadita de aceite en agua. Tome una cucharada de aceite diaria en casos crónicos y tres veces al día en casos agudos. Tensión nerviosa: Tomar ½ cucharita de aceite de ajenuz disuelta en una infusión como Bálsamo de limón, Pasión floral, Flor de San Juan (hipérico) etc Tirantez de piernas, de pies, muscular, de espalda etc.¦: masaje con el aceite en la parte afectada. Tratamiento de enfermedades de la piel: mezclar a partes iguales aceite de ajenuz, agua de rosas y harina de trigo (a ser posible que no proceda de una variedad de trigo híbrido). Mezclar todo lo mejor posible, añadiendo la harina poco a poco hasta que la mezcla aparezca como un ungüento o crema. Primero debe exponer la parte de la piel afectada a los rayos del sol, de forma directa. Luego, se frota con vinagre de vino, que no esté muy concentrado. Finalmente, se aplica el ungüento. Se repite la operación diariamente, evitando, durante el tiempo de tratamiento, el ingerir cualquier tipo de alimento que produzca irritabilidad o comezón. -Tratamiento para la calvicie total o parcial: coger una cucharada de semillas de ajenuz machacadas, una taza de café de vinagre diluido, una cucharada de café de jugo de ajo. Mezclar todo, raspar el bello en la parte afectada y aplicar la mezcla. Recubrir con una compresa y dejar actuar desde por la mañana hasta la noche, después masajear con el aceite de ajenuz durante una semana. Ulcera: Una cucharada de aceite de ajenuz, una tacita pequeña de miel pura de abeja, y una cucharada de cáscara de granada (Púnica Granatum) molida. Se toma diariamente una cucharada de dicho preparado en ayunas, junto con un vaso de leche, y durante un tiempo prolongado. Si se toma más de 20 días seguidos, se aconseja descansar una semana y así sucesivamente.